BOLETÍN OFICIAL 508

28 de octubre de 2020

Quito, Ecuador- El Registro Mercantil de Manta tiene una historia registral de aproximadamente 37 años, desde 1983, año en el que se convierte en registro mercantil como tal, tras separarse del registro de la propiedad.

Horacio Ordóñez, registrador mercantil de Manta, recordó que, a partir del 12 de julio de 1983, se realizó el primer acto registral en el departamento del registro mercantil, ya desvinculado y desconcentrado del ente registral de la propiedad con el cual estaba anteriormente unificado.

En esa fecha, se inscribió la constitución de una compañía anónima, conformada con una inversión de quinientos mil sucres, y firmada por Rocío Alarcón Cevallos, la primera registradora mercantil de esta ciudad.

“Manta, por ser puerto, se ha caracterizado por ser un cantón de bastante operatividad comercial e industrial, prácticamente, las principales industrias de Manabí comienzan en Manta, indistintamente de lo que significa el agro también”, enfatizó.

En un inicio, la cantidad de trámites era poca, “justamente por eso no justificaba desmembrar ambas actividades registrales, tanto de la propiedad como mercantil”, señaló el funcionario.

Por ejemplo, en un solo libro registral de esta entidad, constan 14 años de actos registrales, comprendidos entre 1923 y 1937, época en la cual las dos entidades registrales, mercantil y propiedad, aún no se separaban.

Luego, con el paso del tiempo, fue aumentando progresivamente las actividades registrales y por ende la demanda de ingresos a dichas actividades.

El registrador mercantil de Manta explicó que “a raíz que la actividad va incrementando, es normal y natural que el Estado trata de coger el control de cada actividad que se realiza en el país y, por ende, incrementa también las normativas para llevar una mejor legislación de estas actividades societarias”.

Desde que se creó la Dirección Nacional de Registro de Datos Públicos (Dinardap) y esta, a su vez, se encargó de gestionar a los registros mercantiles del país, existen normas de climatización para mantener y preservar los libros registrales de estas entidades, es decir, cuentan con aire acondicionado y están debidamente empastados.

Los libros antiguos, por ser tan delicados, se mantienen en una percha independiente de los demás, prácticamente no se les utiliza mucho, porque pocas veces piden un certificado de inscripción de alguna compañía de aquella época, salvo que exista algún tipo de problema judicial en donde se solicite un certificado histórico de la compañía, puntualizó el titular del registro mercantil de Manta. “Rara vez hemos tenido que tocar esos libros antiguos”, añadió.

Al año, esta entidad mercantil genera entere 80 a 90 libros registrales. /DCS