El respeto es pilar para que nuestros hijos naveguen seguros en Internet
BOLETÍN OFICIAL 584
14 de diciembre de 2020
Quito, Ecuador- Hacer del Internet un lugar seguro para niñas, niños y adolescentes no es solo su responsabilidad sino también de docentes y padres de familia. Es por ello necesario desarrollar conocimientos y habilidades que les brinden las herramientas para hacer de ellos ciudadanos digitales seguros, proactivos y responsables.
Conscientes de esta responsabilidad social, dentro de la campaña #MisDatosSoyYo, la Dirección Nacional de Registro de Datos Públicos (Dinardap) mantuvo una conversación con padres y madres de familia, así como docentes del Liceo Internacional, en la ciudad de Quito.
La charla, dictada por la directora nacional de Registro de Datos Públicos, Lorena Naranjo Godoy, se enfocó en aquellas acciones y medidas que como padres y docentes deben tomar para garantizar a hijos y estudiantes una navegación segura en la red.
El reto es ser realista y entender que, debido al confinamiento, causado por la COVID-19, se ha incrementado el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para realizar actividades de teleducación, pero también para entretenimiento; y es en esta realidad, donde se desenvuelven niñas, niños y adolescentes (NNA). Es por ello, que como responsables de la tutela de los menores, debemos conocer los beneficios y riesgos que tiene el Internet y las plataformas sociales.
Para la Directora Nacional de la Dinardap es importante que, como padres de familia, les guiemos durante la construcción de esta identidad en las carreteras digitales de manera segura pues al ser nativos digitales no tienen la percepción del miedo o peligro.
“Debemos alertar a nuestros hijos de que todo lo que hacen en la red deja una huella y que esta debe ser positiva, por lo que su construcción debe hacerse de manera consciente”, señaló.
Existen acciones que deben realizarse antes de interactuar en las plataformas digitales: Leer las políticas de privacidad, configurar las medidas de seguridad, comportarse respetuosamente cuando se interactúe en las redes sociales y pensar siempre que lo que publicamos y dónde lo hacemos construye nuestra identidad digital son algunos de ellas.
Sin embargo, sin la noción consciente de que la identidad digital se construye con base en los datos personales de sus hijos, ninguna medida de seguridad permitirá protegerlos; por ello, puntualizó la funcionaria, comportamientos tan paternos e inocentes, como son compartir comentarios, imágenes o fotografías de sus hijos, deben ser evitados, pues pueden traer consecuencias nocivas para ellos.
“Como padres es necesario recordar que las fotos o videos que se suben en redes sociales permanecerán ahí para siempre aunque se las elimine y pueden afectar la vida de sus hijos en el futuro; afectar su reputación, provocar acoso físico y digital; además de potenciar otros riesgos de seguridad”, explicó la Directora Nacional de la Dinardap.
Pensar, por un momento, que aquella fotografía, que subimos a la red social: del ticket de avión, del nuevo vehículo o de la escuela donde estudia nuestro hijo, puede traer consecuencias graves, tan graves como secuestros, robos o chantajes.
Pues existen personas, los piratas informáticos, a quienes les basta revisar la red social para conseguir a su potencial víctima. Este acto, denominado Doxing, se ha generalizado durante esta crisis sanitaria y es usada para tecnificar el delito. “Por eso debemos abstenernos, padres e hijos, en publicar datos sensibles. Actualizar los usuarios y claves de nuestras cuentas es otra buena conducta de seguridad”, explicó la autoridad, a los padres de familia.
Sin embargo, hay otras consecuencias de publicar o compartir información íntima y si bien, este no es un fenómeno nuevo, sí se ha incrementado durante la pandemia. Se trata del Ciberbullying.
Es vital enseñar a nuestros hijos a no publicar ni compartir información, videos o fotografías que, aunque parezcan graciosas, promueven actos como el tormento, la amenaza, el acoso, la humillación o la vergüenza de otras niñas, niños y adolescentes. Debemos incentivar en nuestros hijos a no responder igual, a ser solidarios y a tener el valor de comunicarlo a un adulto responsable.
Como ya se ha mencionado, la crisis sanitaria ha provocado que pasemos, NNA y adultos más tiempo en Internet. Ya no se trata de 1 o 2 horas, estamos hiperconectados y sobre expuestos, lo que sin darnos cuenta nos ha convertido en adictos digitales. “Llegar a sentir pánico cuando no estamos conectados, no alejarnos del equipo tecnológico y pasar mucho tiempo conectado genera un aislamiento o soledad digital, cuya consecuencia ha conducido al suicidio de muchas personas”, relató la autoridad de la Dinardap.
Este trastorno de la conducta debe obligarnos como padres a empoderarnos de la seguridad de nuestros hijos; brindándoles alternativas de entretenimiento a las digitales, procurar un ambiente familiar positivo. Pero para ello, debemos acompañarlos mientras realizan sus actividades con las tecnologías.
Este acompañamiento parental, que, aunque parezca complicado, evitará también que nuestros hijos se contacten e interrelacionen con extraños en las redes sociales; haciéndoles fácil presa de depredadores o groomers.
Así como en el plano físico hay depredadores sexuales, en las redes sociales también; y estos no ‘trabajan’ solos ni en un sitio, están dispersos por el mundo, con el único objetivo de ganarse la confianza de niñas, niños y adolescentes, fingiendo tener la misma edad, ganarse su amistad, generar empatía y luego, en nombre de esa relación, solicitarle información, fotos o videos de índole sexual o buscar acercamiento físico para conducirle a actividades como el tráfico de personas, órganos o pornografía infantil.
Frente a esta conducta, a la que se conoce como Grooming, los padres debemos cuidar y estar pendientes en qué plataformas navegan o juegan nuestros hijos, pues estos constituyen los nichos de estos acosadores
En Ecuador, el Código Integral Penal (COIP) castiga a este delito con penas privativas de hasta 18 años, cuando hay contacto sexual con menores. De ahí la necesidad de reportar estos casos, pero lo mejor es prevenir, a través de la enseñanza y orientación.
También hay que explicarles a nuestros hijos, cuáles son las consecuencias de comportamientos tan recurrentes como el sexting. “La confianza, que se genera entre parejas, conduce a que muchas veces se realice intercambio de imágenes de carácter sexual; sin entender que la exposición de esta conducta afecta la integridad no solo de adolescentes sino de adultos”, explicó la funcionaria, y que igual que otras acciones, esta puede traer consecuencias tan perjudiciales como el acoso, el grooming, ciberacoso, sextorsión o venganza digital.
“Enseñemos a nuestros hijos a empoderarse de sus datos, desarrollar habilidades digitales y tener sensatez al momento de interactuar en internet”, destacó la directora nacional de la Dinardap, Lorena Naranjo Godoy.