BOLETÍN OFICIAL 552 

31 de diciembre de 2020 

Quito, Ecuador- 1.200 sucres fue el capital que invirtió un ciudadano en la ciudad de Babahoyo, para iniciar con su establecimiento de compra y venta de mercadería, en especial de telas nacionales y extranjeras. Este negocio, fue inscrito el 09 de febrero de 1938, en el Registro Mercantil de Babahoyo, cuando la entidad todavía era parte del Registro de la Propiedad. Así, esta Matrícula de Comercio se convirtió en el primer acto registral de esta entidad.

Esta institución, posee en su archivo aproximadamente, desde 1938 hasta octubre de 2020, una cantidad aproximada de 1 100 libros registrales en su archivo y genera entre 60 a 80 libros al año.

En esta entidad registral, solo una persona puede ingresar al archivo. “Contamos con un archivo independiente, sellado que tiene su acceso con clave. Siempre está refrigerado porque los libros tienen que estar en una temperatura adecuada para que se mantengan, más aún si son libros de muchos años atrás”, puntualizó Tamy León, registradora mercantil de esta ciudad, tras añadir que los libros están situados en perchas y seleccionados por años.

Para el manejo de los libros antiguos, la persona responsable del archivo utiliza una bata desechable, guantes y mascarilla. “Son libros de muchos años y el papel se va degradando, entonces arroja una especie de polvillo y hay que tener muchos cuidados con eso. (…), pero para los libros modernos, solo se usa guantes”, explicó.

Los libros registrales debemos tenerlos en una zona esterilizada y limpia, e incluso hay periodos donde se hacen fumigaciones, aclaró la funcionaria.  Dijo que “como no sabemos en qué forma habrán tenido archivados los libros antiguos, entonces de por sí vienen con ácaros y por eso, para manipularlos, hay que tener cuidado”.

Proceso de transición

En el 2011, el 30 de junio, el Registro Mercantil de Babahoyo paso de ser una entidad privada a pública.

La funcionaria recordó que antes, el sector privado manejaba la data de los ecuatorianos y no tenían el cuidado y esmero respectivo con el mismo. “Nosotros tenemos que cuidar primero a las personas y todo lo que conlleva a ellos, sus datos personales, la propiedad de cada uno de ellos”.

“Antes no se tenía el cuidado que tenemos ahora para esa información”, acotó, tras precisar que actualmente cuentan con el Sistema Nacional de Registros Mercantiles (SNRM), herramienta proporcionada por la Dirección Nacional de Registro de Datos Públicos (Dinardap).

A través del SNRM, señaló, “toda la información queda guardada, a pesar de que tenemos los libros físicos. Se nos hace muy fácil la búsqueda de los archivos, porque están en la base de datos”.

El Registro Mercantil de Babahoyo tiene digitalizados sus libros desde el año 2013. /DCS