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La participación ciudadana es un elemento vital para erradicar la corrupción: Ana María Paredes

BOLETÍN OFICIAL 427

07 de septiembre de 2020

 

Quito, Ecuador- Crisis ética y los mecanismos para erradicar la corrupción, en el Ecuador fueron los temas que dentro de la exposición Transparencia en la gestión, abordó la coordinadora de la Maestría de Régimen Democrático y Derecho Electoral, del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), Ana María Paredes, durante el evento virtual Registro 2.0: El presente y futuro del sistema registral en el Ecuador.

El tema de corrupción en el Ecuador no es algo aislado. Datos de la Organización de Naciones Unidas, establecen que 2.6 billones de dólares vienen de enriquecimiento ilícito, evasión de impuestos y otros actos de corrupción a escala mundial.

Una cifra a criterio de la experta que “nos permite ver de manera general que la corrupción es estructural” y que en el país, esta acción sistémica responde directamente a una crisis de valores que se circunscribe al acostumbramiento de la ciudadanía, ante la ausencia de confianza en la cosa pública; además que forma parte de una sociedad permisiva, donde existe inseguridad jurídica y desigualdad de oportunidades.

De acuerdo al último reporte de Latinobarometro en el caso ecuatoriano, a nivel de la región, Ecuador se muestra como uno de los países más tolerantes frente a la corrupción; el problema, señala la investigadora ecuatoriana, es que las nuevas generaciones son más tolerantes de que los que fueron las generaciones anteriores.

Ante ello, Ana María Paredes, propone que para prevenir y erradicar la corrupción es incentivar mayor participación ciudadana. “La participación lo que hace es limitar ese espacio de poder, que la ciudadanía sea quien se sienta y pueda tener parte y la solución de ellos y contribuyendo de esa manera a una consolidación democrática”.

Coincide con la propuesta de Transparencia Internacional que establece cinco parámetros para contrarrestar la corrupción: Poner sobre la mesa de debate los conflictos de intereses, controlar la financiación pública electoral, fortalecer la integridad electoral, acabar con el trato preferencial, empoderar a la ciudadanía y fortalecer los mecanismos de control.

Para el efecto, puntualiza se precisa conocimiento, una ciudadanía mejor informada “tiene la capacidad de tomar verdaderas decisiones y que no sea presa fácil de la información coyuntural”./DCS